sábado, 13 de febrero de 2016

Nombres Esenciales de la Literatura Venezolana



Los Nombres Esenciales (1498-2010) 


      No se puede pretender hacer la historia de un país, sin detenerse, aunque sea en forma esquemática, en su literatura, que es el espejo en que toda sociedad se refleja. En ella se ve, y a través de ella se comprende. Por ello, insistimos, la visión de Venezuela y lo que somos los venezolanos debemos buscarla, a la vez, en la memoria de nuestro pasado, que es la historia, y en la visión que, a través de la imaginación, han fijado nuestros más destacados escritores. A la pregunta quienes son los autores esenciales de la literatura venezolana, en las cinco centurias transcurridas de vida venezolana, contestamos que con estas breves glosas de nombres fundamentales, nacidos desde el siglo XVI y hasta mediados del siglo XX, plenamente activos, todos los últimos, en los días que corren, catorceavo año del siglo XXI, iniciado en el 2001. Cerramos con un apretado bosquejo de los últimos sesenta años de creación literaria (1950-2010). 


      Los nombres, cuya escogencia es producto de largo análisis y reflexión crítica sobre el proceso de la literatura venezolana, se han organizado por orden cronológico, atendiendo a las fechas de nacimiento, sin separar los géneros en los cuales se distinguieron los escritores y escritoras aquí presentados. En todos los casos se traza un rapidísimo boceto sobre el escribir de cada uno, de varias líneas en cada caso. Los nombres elegidos son en todos los casos autores de obras literarias, de creaciones con la palabra escrita, que es lo que es literatura, textos escritos desde la imaginación, hasta en los momentos en que se escriba poesía referente al pasado o narrativa histórica. 


El Siglo XV: 

Debemos señalar que el “iniciador de las letras venezolanas”, como indicó Augusto Germán Orihuela(1920-2001), fue el descubridor Cristóbal Colón(1451-1506) por su carta sobre el descubrimiento dirigida a los Reyes Católicos(Santo Domingo: agosto 31,1498). Allí incluso se puede encontrar, sobre todo en su relato de las bocas del Orinoco, el primer esbozo de lo que con el tiempo sería llamado, desde 1948, por el venezolano Arturo Uslar Pietri (1906-2001), “realismo mágico”, nacido de su mirada, hecha más con la imaginación que con la razón, al país recién descubierto aquel día, precisamente en un lugar del Caribe. En verdad, la Carta de Colón es el primer documento sobre Venezuela escrito, con él empieza nuestra literatura, nuestra historia y nuestras colecciones documentales. 




El Siglo XVI
Juan de Castellanos (1522-1607) debe ser considerado el primer escritor venezolano, aunque no nació en el país, en fue primero en escribir, en sus inmensas Elegías de varones ilustres de Indias(1589), dentro de nuestro contorno como consecuencia de haber conocido y padecido en su propia piel y sangre la tierra venezolana, que registró en su poema, el más extenso de las letras españolas, formado por 113.000 versos. 




Siglo XVII
Con razón llamado por Uslar Pietri “el siglo silencioso” por el hecho no no haberse escrito, durante aquella centuria, ningún libro, ni siquiera una historia de aquel período. Apenas nos han quedado los poemas del fraile fray Jacinto de Carvajal y otros recogidos por él. Sigue siendo el siglo XVII el menos conocido de nuestro pasado, pese a la honda investigación a la que lo sometió Guillermo Morón(1926) en su Historia de Venezuela(1971). También lo examinó Francisco Herrera Luque(1927-1991) para poder vertebrar su ámbito en Los amos del valle(1979). Al parecer su periplo debió ser registrado por don José Oviedo y Baños(1671-1738) en el segundo tomo de su Historia, escrito que refiere en las últimas líneas de lo que debió ser su primer tomo, que fue el único publicado. Se presume que la obra fue escrita y luego incinerada por los Mantuanos, cuyas tropelías estudiaba allí don José. La desaparición de ese segundo tomo es la esencia sobre la que descansa la narración de la novela histórica Los amos del valle de Herrera Luque, la primera novela en la que un creador venezolano nos descubrió el mundo de la sociedad colonial, ya que hasta ese momento nuestros narradores se habían centrado en las acción de los conquistadores, caso de Uslar Pietri en El Camino de El Dorado(1948), Herrera Luque en La luna de Fausto(1983),Miguel Otero Silva en Lope de Aguirre, Principe de la libertad(1979), y José Sánchez Lecuna en El viaje inefable(2006). 





El Siglo XVIII
El siglo XVIII es la centuria de la madurez de la vida venezolana. Es de ese siglo que poseemos las obras mayores literarias del período colonial. Tal la de don José de Oviedo y Baños quien no puede dejar de figurar en un recuento como este pues si bien es el autor de una obra como laHistoria de la conquista y población de la Provincia de Venezuela(1723), esta fue redactada con tales galas en su estilo que constituye la obra mayor del modo barroco de escribir entre nosotros. Francisco de Miranda(1750-1816) cuyo Diario(1771-1790) es la primera obra autobiográfica de la literatura venezolana y a la vez la mayor obra en prosa concebida por un venezolano a todo lo largo de los tres siglos provinciales. Hay que incluir aquí los aspectos literarios, que no son pocos del Arca de letras y teatro universal(1993) de fray Antonio Navarrete(1749-1814), escrito en las últimas décadas del siglo XVIII. Fue en ese mismo período en que aparareció nuestra primera mujer escritora, la monja carmelita Sor María de Los Ángeles, María Josefa de la Paz y Castillo(1865-c1818), caraqueña nacida en Baruta, de familia Mantuana, de un escribir hondamente religioso, aunque en su poema “El terremoto” nos dejó el único testimonio literario del cataclismo de 1812, por ella vivido.







El Siglo XIX
Con Andrés Bello(1781-1865) ingresamos en el siglo XIX, sus primeros poemas conocidos datan de 1800. Bello es una figura angular de las letras hispanoamericanas, a las cuales emancipó de la literatura europea, ello desde su poema “Alocución a la poesía”(1823). Fue el fundador de nuestra crítica literaria y el primer gran erudito a través de la edición crítica que preparó del Poema del Mio Cid (1881). La esencia de su pensamiento estético si bien está expresada en sus trabajos crítico literarios, su ideario tiene su esencia en el Discurso que pronunció al inaugurar la Universidad de Chile (septiembre 17,1843), es la página esencial de su escribir y la hoja esencial de su vivir como ser humano..
El introductor de la escuela literaria que cambió la faz del mundo, el romanticismo, fue Andrés Bello, en sus trabajos poéticos y críticos hechos en Londres, a partir de 1823. El sentimiento romántico fue, en el país, primero cultivado por Rafael Agostini(c1808-1881), en La Citara de Apure(1844), pero fue a José Antonio Maitín(1804-1874) quien debimos el hondo esplendor entristecido del Canto fúnebre(1851). De todas maneras, como lo veremos más adelante, el mayor poeta romántico fue Juan Antonio Pérez Bonalde(1846-1892).

Simón Bolívar(1783-1830) fue el Libertador político, como Bello fue el emancipador cultural, pero fue también grave escritor de temas políticos, estos fueron redactados con tal belleza de estilo que le dan un lugar en nuestras letras. Sin duda, el primer gran ensayo de nuestra literatura es suCarta de Jamaica(septiembre 6,1815) y su página central como hombre de letras, como estilista, es su Discurso de Angostura(febrero 15,1819). No hay que dejar de lado que Bolívar fue un escritor político, incluso en el momento en que escribió su poema en prosa “Mi delirio sobre el Chimborazo”(1822), que trata de lo que pasaría tras el fin de la contienda bélica, hecho que él mismo había avizorado antes que nadie al escribir que “temía más la paz que la guerra”[5], asunto que es el tema de su poema. También su epistolario es esencial en su escribir, con misivas que son antológicas en nuestras letras, en ellas están los pálpitos de su alma desasocegada.

Con Fermín Toro(1806-1865) nos hallamos con el el padre de nuestra narrativa, ya que fue él quien escribió nuestro primer cuento, “La viuda de Corinto”(El Liberal, Caracas, julio 25,1837), y la primera novela, Los mártires(El Liceo Venezoano, Caracas, n/ 2-7,1842) de la literatura venezolana. Y fue singular ensayista, al menos en “Europa y América” y en “Ideas y necesidades” y el primer tratadista del socialismo utópico en nuestro país en sus Reflexiones sobre la ley del 10 de Abril de 1834(1843), principalmente considerada, por algunos autores como nuestra primera monografía económica, lo que es cierto, pero sus aspectos filosóficos-sociales son aun más resaltantes.

Juan Vicente González(1810-1866) fue la figura más alta del romanticismo en prosa, tanto por Mis exequias a Bolívar(1842), por su Biografía de José Felix Ribas(1865) y por sus Mesenianas(1932), publicadas en la prensa de Caracas entre 1842 y 1865, poemas en prosa, en los que lloraba a los grandes venezolanos.

Cecilio Acosta(1818-1881) fue a mediados del siglo XIX alto pensador y perfecto estilista. Su página más recordada, la central de su pensamiento, es su ensayo Cosas sabidas y cosas por saberse(1856).

Amenodoro Urdaneta(1829-1905) ,en verdad, es el más sólido tratadista de crítica literaria del siglo XIX, sobre todo por su fundamental indagación Cervantes y la crítica(1877), todavía de estimulante lectura. Fue también el padre de nuestra literatura infantil en El Libro de la infancia(1865).

Juan Antonio Pérez Bonalde(1846-1892), ya lo hemos advertido, debe ser considerado el primer poeta romántico de nuestra literatura, romántico crepuscular, sin duda, como lo fue en España Gustavo Adolfo Becquer(1836-1870). Su poema Vuelta a la patria(1876), recogido en su poemarioEstrofas(1877), es el segundo gran poema de la lírica venezolana. El primero es “La Silva a la agricultura de la zona tórrida”(1826) de Bello.

Gonzalo Picón Febres(1860-1918) debe ser considerado el primer historiador de la literatura venezolana, ello por su La literatura venezolana en el siglo XIX(1906), hasta él los antecedentes de esta indgaciones descasan en pocos textos, breves exploraciones, aparecidas en la prensa y algún pequeño folleto.

José Gil Fortoul (1861-1943) más que solo como el gran historiador que fue en su Historia Constitucional de Venezuela(1908) debe ser considerado nuestra mayor figura literaria entre fines del siglo XIX y comienzos del XX. Ensayista pleno, crítico y novelista, su Julián(1888), fue fundadora de la expresión modernista en nuestras letras y se tendría de ella mayor consideración si no se le hubieran aplicado criterios parroquianos a su examen. Tal ese de considerar que elJulián no es una novela venezolana por transcurrir en Madrid, ello impidió durante mucho tiempo la consideración correcta de este libro, en el cual hasta el monólogo interior se usa en su desarrollo, lo cual era toda una innovación, que, aunque ya cultivado, tomaría lugar protagónico muchos años después en el Ulises(1922) de James Joyce(1882-1941). Ese absurdo de considerar no venezolano al Julián, cuyo autor lo era, impidió se le colocara en su sitio en el proceso de nuestra novela. Ello sucedió también, por escasa formación literaria, y provincialismo mental, con prodigiosas obras, sucedidas fuera de aquí, como el memorable cuento de Teresa de la Parra(1889-1936) La mamá X(1923) por suceder en París, con su suave sentdio lésbico, o con la bella novela de Pedro Berroeta(1914-1997) La leyenda del Conde Luna(1956), que es una quimera que sucede en la Edad Media.

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